A lo largo de nuestro proyecto hemos estado haciendo diferentes actividades, aunque, todos los días empezábamos de la misma manera: cubriendo nuestro registro personal diario de emociones para, después, exponer en clase, de manera voluntaria, nuestros sentimientos. Realizamos puzzles con el vocabulario trabajado en lengua inglesa (colores y estados de ánimo), para ello, primero tuvimos que escribir las palabras y después cortar las letras de manera que, posteriormente, fuésemos capaces de encajarlas entre ellas , ejercicio que trabajamos a través de la estructura de aprendizaje cooperativo “folio giratorio”.
También construimos una tabla en la que fuimos escribiendo qué cosas de nuestra vida diaria nos hacían sentir tristes, enfadados, contentos, temerosos… Para después analizarlas y ver el por qué. Como desarrollo del pensamiento crítico realizamos una destreza, comparando la ira y el miedo, en la que llegamos a la conclusión de que no nos gusta sentir ninguna de estas dos emociones, y que tenemos muchas y cada una nos produce distintos sentimientos. Pensamos que todas las tenemos “dentro” y que es importante diferenciarlas y entenderlas para poder manejarlas correctamente. Para finalizar, cada uno de nosotros hemos pintado con témperas nuestro propio monstruo demostrando nuestras habilidades plásticas.